jueves, 1 de diciembre de 2011

Sociedad y movimientos sociales en el siglo XIX

1) La aparición del proletariado:

A mediados del siglo XIX el número de obreros era reducido y con un salario escaso (en especial para mujeres y niños). La jornada laboral no estaba regulada y la media estaba situada entre las 12 y 14 horas diarias. La pobreza y la explotación laboral daban lugar a unas duras condiciones de vida. La mayor parte de los obreros se encontraba en Cataluña.

Las reglas que regulaban el trabajo eran en todas partes muy similares:

- El patrón empleaba a obreros a cambio de un salario.
- La jornada no estaba regulada.
- Había una férrea disciplina, cualquier protesta significaba el despido.
- Las mujeres y los niños a partir de los siete años también trabajaban (cobrando un salario muy inferior a los hombres).
- No existía ninguna protección en caso de paro, enfermedad, accidente o vejez.

Los salarios obreros apenas daban para comer. Las casas eran pequeñas y situadas en barrios obreros hacinados, sin luz, agua o alcantarillado. Las enfermedades infecciosas como la tuberculosis y el cólera se propagaban rápidamente, afectando a una población muy vulnerable por la mala alimentación y el trabajo agotador.



2) Los primeros movimientos sociales:

2.1 El nacimiento del movimiento obrero:
La primitiva legislación liberal no contemplaba ningún tipo de normativa que regulara las relaciones laborales y prohibía explícitamente la asociación obrera, por lo que las primeras manifestaciones de protesta obrera contra el nuevo sistema industrial adquirieron un carácter violento, clandestino y espontáneo.

En la década de 1820, el ludismo fue la primera expresión de rebeldía obrera contra la introducción de máquinas a las que se responsabilizaba de la pérdida de puestos de trabajo y del descenso de los jornales. Este movimiento se manifestaba en una acción espontánea y violenta con la destrucción de máquinas, el incendio de fábricas, etc. El incidente más relevante fue el incendio en 1835 de la fábrica Bonaplata de Barcelona

El primer embrión de asociacionismo obrero surgió en 1834 porque los obreros comprendieron que el origen de los problemas no estaba en las máquinas, sino en las condiciones laborales. La lucha obrera se orientó hacia la defensa del derecho de asociación y mejora de las condiciones de vida y de trabajo.

A partir de entonces, el movimiento asociacionista obrero se extendió, creando Sociedades de Socorros Mutuos, a las que los obreros asociados entregaban una pequeña cuota para asegurare una ayuda en caso de desempleo, enfermedad o muerte (la primera fue creada en 1840).

El asociacionismo se expandió por muchos lugares de España y significó la extensión de las reivindicaciones obreras. Los conflictos huelguísticos proliferaron en las décadas de 1840 y 1850. Para ayudar a los obreros en huelga, las sociedades obreras crearon un fondo conocido como cajas de resistencia.

La primera huelga general tuvo lugar en 1855 con motivo de la introducción de unas nuevas máquinas hiladoras que dejaron a muchos obreros en el paro.

2.2 Las revueltas agrarias:
Los conflictos y revueltas en el campo se debieron al aumento de la población agraria asalariada sin un crecimiento paralelo del trabajo y los recursos.

En la década de 1840 una ola de manifestaciones y ocupaciones de tierras agitó el campo andaluz, donde el jornalerismo era mayoritario y los años de malas cosechas provocaban situaciones de hambre crónica y sumían en la miseria a miles de campesinos.

La desamortización de 1855 agravó el problema, pues las tierras de aprovechamiento común pasaron a manos privadas. Como consecuencia de esto se produjeron alzamientos campesinos que fueron duramente reprimidos por el ejército y la Guardia Civil. Los movimientos más intensos tuvieron lugar en Andalucía.

A raíz de estas luchas sociales se extendió, en las décadas de 1860 y 1870, el bandolerismo.


2.3 Socialismo utópico y republicanismo:
Las reivindicaciones obreras fueron apoyadas por doctrinas como el socialismo. Una de ellas fue el llamado socialismo utópico, que pretendía crear sociedades igualitarias, con propiedad colectiva y reparto equitativo de la riqueza y acabar con las injusticias de la sociedad liberal. Se introdujo en España en el siglo XIX y su figura más notable fue Joaquín Abreu.
Cuando a partir de 1868 se concedió el sufragio universal masculino, los obreros votaron sistemáticamente por el republicanismo. Pero la falta de un verdadero respaldo político y la no satisfacción de una buena parte de sus reivindicaciones condujeron a importantes sectores del obrerismo hacia las nuevas ideologías internacionalistas (anarquismo y socialismo).


3) La llegada del Intercionalismo:

La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), conocida como Primera Internacional, fue una organización creada en 1864 en defensa de la emancipación de la clase obrera, que agrupaba diversas asociaciones obreras, tanto de signo socialista como anarquista.

3.1 La llegada de la Internacional a España:
Giuseppe Fanelli fue un italiano que viajó a España para crear los primeros núcleos de afiliados a la Internacional. Fanelli difundió los ideales anarquistas como si fuesen de la AIT, dando lugar a la creencia de que el programa de la Alianza se basaba en los principios generales de la Primera Internacional. Este fenómeno ayudó a la expansión y arraigo de las ideas anarquistas.

El primer congreso de la Federación Regional Española (FRE) de la AIT se celebró en Barcelona, en 1870. Se adoptaron acuerdos claramente concordantes con la línea anarquista del obrerismo. Se definió la huelga como el arma fundamental del proletariado, así como su apoliticismo y la realización de la revolución social por la vía de la acción directa.


3.2 La crisis y escisión en la FRE:
Paul Lafargue fue el impulsor del grupo de internacionalistas madrileños favorables a las posiciones marxistas. Junto a Francisco Mora, José Mesa y Pablo Iglesias, desarrollaron el periódico La Emancipación. En 1872 son expulsados de la FRE debido a las discrepancias entre las dos corrientes internacionalistas. Ese mismo año, el grupo fundó la Nueva Federación Madrileña, de carácter marxista.

El internacionalismo tuvo su momento álgido durante la Primera República, pero tras el fracaso de unos levantamientos anarquistas, la FRE de la AIT perdió fuerza y su declive definitivo tuvo lugar a partir de 1874, cuando fue declarada ilegal. 


4) Anarquismo y socialismo político:

4.1 El anarquismo político:

En 1881, la sección anarquista de la FRE cambió su nombre por el de FTRE (Federación de Trabajadores de la Región Española). Tenía su mayor implantación en Cataluña y Andalucía.

Una parte del anarquismo optó por la acción directa (actividad individual y violenta del anarquismo de carácter terrorista), cuyo objetivo era atentar contra los pilares del capitalismo: el Estado, la burguesía y la Iglesia.

Los actos más destacados de violencia social fueron los atentados contra políticos (como Cánovas y Martínez Campos) y las bombas en el liceo de Barcelona (entidad representativa de la burguesía) y en la procesión del Corpus.

El anarquismo fue acusado de estar detrás de la Mano Negra, una asociación clandestina que actuó en Andalucía a finales del siglo XIX y a la que se le atribuyeron asesinatos, incendios de cosechas y edificios.

Los atentados anarquistas fueron seguidos de una gran represión, muchas veces indiscriminada, y provocaron una espiral de violencia basada en una dinámica de acción/represión/acción. El momento clave de esa espiral fueron los procesos de Montjuïc, celebrados en 1897 en Barcelona, en los que resultaron condenados y ejecutados cinco anarquistas.

Surgió una nueva rama del sindicalismo: el anarcosindicalismo. Se trata de una corriente del anarquismo contraria a los métodos terroristas y partidaria de la acción colectiva de los trabajadores agrupados en sindicatos revolucionarios.



4.2 El socialismo obrero:

La Nueva Federación Madrileña tuvo una vida efímera. En 1876, tras la desaparición de la Internacional, sus miembros decidieron constituir un partido político, surgiendo en 1879 el PSOE, fundado por Pablo Iglesias. El partido contaba con un periódico llamado El Socialista, en el que escribían Pablo Iglesias, Antonio García Quejido, Matías Gómez Latorre y Jaime Vera.

El PSOE era un partido de orientación obrerista, partidario de la revolución industrial. Defendía el derecho de asociación, reunión y manifestación, así como el sufragio universal, la reducción de horas de trabajo y la prohibición del trabajo infantil.

En 1889 se fundó la Segunda Internacional (socialista) y se introdujo en España la Fiesta del Trabajo, instituida el 1 de mayo a partir de 1890.


En 1888 el partido celebró su primer congreso en Barcelona. Ese mismo año se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), que en principio no se declaró marxista, pero la coincidencia de sus lideres con los del PSOE hizo que se fuese introduciendo cada vez más en el ámbito del marxismo.




4.3 Reformismo y cuestión social:
En la década de 1880, las duras condiciones de vida y de trabajo de los obreros, así como la creciente presión sindical, empezaron a concienciar a algunos sectores del liberalismo de la conveniencia de racionalizar las relaciones del trabajo de la sociedad industrial.

En 1878 se aprobaron las primeras leyes de regulación de los trabajos peligrosos para los niños, la creación de asilos para inválidos de trabajo y la construcción de barrios para obreros.

En 1883 se creó la Comisión de Reformas Sociales, un órgano gubernamental con la finalidad de informar sobre la condición obrera y de promover el reformismo social.


5) Las transformaciones agrarias y expansión industrial en el siglo XIX:

5.1 Las transformaciones de la agricultura:
Los gobiernos liberales del siglo XIX propiciaron un cambio en el régimen de propiedad que significó el fin de las formas del antiguo régimen y la consolidación de la propiedad privada de la tierra dentro de la nueva organización capitalista de la economía, en la que la tierra pasó a ser una mercancia que podría ser comprada y vendida libremente.

Las desamortizaciones de Mendizábal (1836) y Madoz (1855) comportaron una profunda modificación de la propiedad territorial, pero no un reparto más justo de la misma, que siguió en manos de los grandes terratenientes y una burgesía enriquecida poco propicia a dedicarse a modernizar la agricultura, aunque tendrá también aspectos positivos como la rotulación de tierras incultas que amplió la superficie cultivada de 10 a 16 millones de hectáreas. Sin embargo, se modernizaron muy poco las técnicas de cultivo con un aumento de la productividad muy lento, lo que unido a la gran masa de campesinos sin tierras, provocó un fuerte aumento de la conflictividad social.



6) La evolución demográfica: 


6.1 El crecimiento de la población:
A lo largo del siglo XIX, la población española aumentó debido a la desaparición de determinadas epidemias, la mejora de la dieta y la expansión de algunos cultivos como el maíz y la papa.

El crecimiento demográfico español fue uno de los más bajos del continente. La natalidad era más elevada y la mortalidad resultaba muy superior a la media europea 


El mantenimiento de la elevada mortalidad fue debido a las malas condiciones sanitarias y al impacto de las epidemias, ambas muy relacionadas con la pobreza de la mayoría de la población.

Las zonas donde el crecimiento fue mayor fueron Cataluña, Valencia, Murcia, Canarias y País Vasco. 

6.2 Éxodo rural y crecimiento urbano:
El crecimiento más destacable sucedió en Madrid y Barcelona. El aumento de tamaño de las ciudades obligó a demoler las murallas de origen medieval y elaborar planes de reforma urbana para proceder a su ampliación. Se construyeron avenidas , calles amplias, estaciones de ferrocarril, se inició el alumbrado público de gas y se construyó el alcantarillado.


6.3 Las migraciones transoceánicas: 
La tensión entre el aumento de la población y las escasas oportunidades de empleo obligó a muchos españoles a emigrar a ultramar. Los principales focos de emigración fueron Galicia, Asturias, Cantabria y Canarias. El destino más importante era Latinoamérica. El periodo de mayor intensidad de estas migraciones fue entre 1900 y 1929.

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